En este post les voy a
enseñar cómo obtener semillas de acero.
Empecemos por una pequeña descripción,
Las acerolas son los frutos del acerolo (Malpighia
emarginata) Son frutos parecidos a
manzanas, pero de pequeño tamaño (como una cereza), de sabor ácido intenso y
con tres grandes semillas en el interior.
En cuanto a la germinación y
viabilidad, tenemos un gran problema, ya que se trata de una planta que ya de
primeras tiene únicamente un 50 % de posibilidades de germinar, y este porcentaje
baja rápidamente, convirtiéndose en un 5% al cabo de un año. Estas circunstancias
hacen que sea muy difícil su multiplicación por semillas, pero no imposible. Además
tienen una ventaja, y es que conseguimos una variabilidad genética que en la multiplicación
vegetativa no conseguiríamos. Tienen el inconveniente de que puede o no ser un
buen árbol productivo.
La obtención de las semillas
es muy sencilla. Simplemente cortamos la acerola por la mitad, con cuidado de
no dañar las semillas de su interior.
Sacamos las semillas, y con
la ayuda de los dedos y bajo el grifo o un cuenco con agua limpiamos,
eliminando cualquier resto de pulpa.
Ponemos las semillas a secar
de inmediato, y cuando las consideremos bien secas (el interior también)
podemos almacenar o sembrar (lo más recomendable, visto el poco tiempo que
tienen de viabilidad).
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