RECUERDO DE LA PLAYA DE BAJO COSTE ECOLÓGICO

Saludos

Lejos queda ya el verano y con él, para la mayoría de nosotros las vacaciones.

En este post les voy a mostrar una manera fácil y sencilla de hacer y llevarnos a casa un grato recuerdo de las costas visitadas.

Actualmente, la mayoría de personas, cuando visita las playas tiende a llenarse los bolsos de conchas. Conchas que en la mayoría de los caso terminan en una bolsa, guardados en un armario hasta que se tiran a la basura. Actualmente se ha demostrado que la recogida masiva de conchas afecta seriamente al ecosistema marino, provocando entre otros efecto, la acidosis de las guas, con las graves consecuencias que esto tiene.

Aquí voy a mostrarles un bonito detalle, para el cual necesitamos pocos objetos.

Para su realización recogeremos de la costa una piedra, que nos guste y a poder ser con algún alga. Esta piedra será el soporte del objeto. Sera más fácil de encontrar cerca de algún acantilado o espigón de mar.

El siguiente paso es recoger alguna que otra concha de la costa. Para que quede más realista, se han de buscar conchas enteras y siempre eligiendo aquellas que más representación tengan, ya que de esta manera haremos una maqueta del fondo oceánico de esa playa. Con una docena de conchas es más que suficiente, en función del tamaño de la piedra. Nos valen conchas de bivalvo, pero también de caracol o lapa.

Lavaremos todo bien, para quitar la sal y pensaremos en un orden lógico de colocación.

Cuando tengamos todo pensado, comenzaremos a pegar las conchas a la piedra base. Para ello yo en mi caso utilicé una pistola de cola caliente, pero valdría cualquier pegamento. También podemos pegar con cola un poco de arena de la playa para así recordarla.

Finalmente, queda bien, la impresión de una placa o cartulina en la que ponga la fecha de recogida y la costa. De esta manera podemos hacer una representación de cada playa que visitemos a un bajo coste ecológico (una piedra y 10 conchas).

Pese a todo lo dicho anteriormente, cualquier recolección de conchas altera el ecosistema, así que si pensamos que no nos va a gustar, o no tenemos donde colocarlo, es preferible no recoger nada.