COMO HACER DULCE DE MEMBRILLO

En este asiento voy a explicarles como hacer dulce de membrillo o membrillo a secas.

Para ello, lo primero es recoger los membrillos. Por mi zona, la recolección suele ser a finales de octubre, cuando los frutos se tornan dorados, y el sabor al natural, aunque amargo se vuelve un poco más dulce.


Empecemos con la preparación.
Lo primero es limpiar los membrillos. No hay que ser muy meticuloso, ni es necesario, pero tienen una pelusa aterciopelada que a mí personalmente me molesta mucho, y por eso los limpio.

Después hay que pelarlos. Hay gente que no los pela, siendo vital, la limpieza meticulosa de la piel.

Una vez pelados, procederemos a cortarlos en trozos y eliminaremos el corazón, con las semillas. Pesamos la cantidad que deseemos (yo utilice 1,5 kg)

Después de troceados, procederemos a su limpieza.
Una vez troceados y limpios, los añadimos a una cazuela y ponemos a fuego lento, sin dejar de mover.


Cuando veamos que han perdido agua y están blandos, procederemos a añadir el azúcar. 


Este tiene que representar entre un 60 y un 90 % del peso del principio (en mi caso un poco mas de 1 kg). El azúcar es conservante, con lo que aquí entra el tiempo que tenemos previsto almacenarlo. Yo con un 90% de azúcar lo he conservado sin refrigerar cerca de 8 meses más uno o dos en la nevera (vamos, que no necesito comprar a mayores) (también hay que decir que en un lugar fresco como una bodega y bien extendidos, los frutos pueden aguantar hasta 5 meses)

Se le deja a fuego lento hasta que espese y se dore, tomando así el color ambarino característico.


Cuando lleve un rato (entre 30 y 60 min) pasamos la batidora. Aquí suele espesar bastante, pero si vemos que se nos queda un poco líquido todavía, podemos volver a poner al fuego, o añadir unos trozos de piel de membrillo o manzana que tiene mucha pectina y espesa (claro está, luego tenemos que volver a pasar la batidora). Aun así, cuando enfría espesa bastante.

Retiramos del fuego y dejamos que temple. Cuando baje un poco la temperatura
procedemos a envasar. Yo reutilizo las bandejas de polietileno que dan en los comercios, pero se puede utilizar cualquier recipiente. Simplemente vertemos al recipiente y cuando esté lleno o al a altura que deseemos, alisamos con una cuchara. No lo echéis muy pronto pues si el recipiente es de plástico se derrite, ni muy tarde por que se solidifica en la cazuela (esto tiene remedio, ya que basta con volver a calentar y batir).



Y ya está. Para conservarlo, podéis poner un poco de film (para que no entren insectos)  y dejar en un lugar fresco, guardar en la nevera, o incluso congelar.

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