ENVASADO AL BAÑO MARÍA
En esta entrada, les voy a
enseñar como envasar conservas como mermelada, confitura, tomate frito, pisto, etc.,
etc., por el famoso método del baño maría, que suele dar muy buenos resultados.
Para ello lo primero que
tenemos que hacer en esterilizar los botes limpios. Los botes tienen que ser de
cristal, ya que por lo contrario los de plástico se derretirían y deformas,
además de que con el calor sueltan sustancias indeseadas. Para esterilizarlos,
los meteremos en una cazuela con agua, y lo podremos al fuego hasta que hierva,
bajando el fuego en el punto de ebullición, para que los borbotones no rompan
el vidrio. Se dejaré hirviendo por una media hora. Las tapas también hay que
esterilizarlas, por lo que también las meteremos en la cazuela. Hay gente que
mete los botes al agua cuando este ya esta hirviendo, muchas veces por el
simple hecho de tener que esterilizarlos en dos tandas, pero esto yo no lo
recomiendo, ya que al cambio brusco de temperatura, el vidrio podría romperse.
Una vez esterilizado, los
sacaremos del agua, pero no con las manos o con unos guantes, ya que podríamos
volver a contaminar, sino con una pinzas que previamente habremos sumergido (al
menos la punta que estará en contacto con los botes) en la olla de agua
hirviendo.
Una vez sacados del agua y
sin que se enfríen añadiremos la futura conserva también caliente, y así
asegurarnos de que lo del interior también está estéril.
Lo llenaremos hasta que
quede un par de milímetros hasta el borde del bote.
Una vez lleno, limpiaremos
la boca del bote, para permitir que selle mejor.
Ahora aquí hay que hacer una
pequeña separación entre aquellas sustancias a las que les sienta bien el
aceite (como el tomate frito o el pisto) y aquellas a las que no (como la
mermelada). En el primer caso, añadiremos aceite (a poder ser de oliva) en la
parte superior hasta colmar el vaso, y luego pondremos la tapa fuertemente (no
preocupándonos de que escurra algo de aceite por la pared del tarro, lo que nos
interesa es que quede la mínima cantidad posible de aire).
Por otro lado, si no es
amigo del aceite, se puede emplear otra técnica. Para ella cortaremos un círculo
de papel de cocina un dedo más pequeño que la boca del bote (más o menos).
Para esto utilizaremos
también algún licor con mucho alcohol, como el jb en mi caso, del cual
echaremos un poquito en un cuenco donde empaparemos el recorte anterior.
Colocaremos este círculo
encima de la mermelada y taparemos fuertemente.
A partir de este punto
volvemos a unificar las dos conservas, metiéndolas de nuevo en la olla con agua
caliente y dejándolo hay por un tiempo. El fundamento es el siguiente, con el
calor la mezcla se dilata, y el aire sale por las juntas de la tapa, al dejar
enfriar el aire no vuelve a entrar y por lo tanto el bote queda envasado al
vacío. Una vez sacados del agua manipular con cuidado hasta que se enfríen por
completo, ya que si no podríamos estropear el vacío.
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